
Al adquirir tu primera propiedad, es crucial seleccionar el tipo de financiamiento adecuado. Dos
opciones comunes son los préstamos FHA y los préstamos convencionales, cada uno con
características que pueden influir en tu inversión. A continuación, analizamos sus diferencias
para ayudarte a tomar una decisión informada.
Préstamos FHA
Los préstamos de la Administración Federal de Vivienda (FHA) están diseñados para facilitar el
acceso a la vivienda, especialmente para compradores primerizos o aquellos con historial
crediticio limitado.
● Pago inicial bajo: Se requiere un mínimo del 3.5% del valor de la propiedad.
● Requisitos de crédito flexibles: Es posible calificar con un puntaje de crédito de 580 o
incluso menos, aunque con un mayor pago inicial.
● Tasas de interés competitivas: Al estar asegurados por el gobierno, los prestamistas
pueden ofrecer tasas más atractivas.
● Permite ratios de deuda más altos: Los prestatarios pueden calificar con niveles más
elevados de deuda en relación con sus ingresos.
Consideraciones:
● Seguro hipotecario obligatorio: Se debe pagar un seguro hipotecario tanto al inicio
como durante la vigencia del préstamo, lo que incrementa el costo total.
● Restricciones en la propiedad: La vivienda debe cumplir con estándares de
habitabilidad determinados por la FHA.
● Límites de préstamo: Existen topes en la cantidad financiable, que varían según la
ubicación.
Préstamos Convencionales
Estos préstamos no están asegurados por el gobierno y son ofrecidos por bancos y
prestamistas privados.
● Sin seguro hipotecario obligatorio (con 20% de pago inicial): Si el pago inicial es del
20% o más, no se requiere seguro hipotecario privado (PMI).
● Mayor flexibilidad en propiedades: No hay restricciones estrictas sobre las
condiciones de la vivienda.
● Atractivo para inversores: Pueden utilizarse para propiedades de inversión.
Consideraciones:
● Requisitos de crédito más estrictos: Generalmente se requiere un puntaje de crédito
de al menos 620.
● Pago inicial más alto: Aunque algunos programas permiten entre un 3% y 5%,
usualmente se recomienda al menos el 10% al 20%.
● Ratios de deuda más estrictos: Los prestatarios deben tener una relación
deuda-ingreso más baja en comparación con los préstamos FHA.
La elección entre un préstamo FHA y uno convencional depende de tu situación financiera y
objetivos de inversión. Si buscas accesibilidad y un menor pago inicial, el préstamo FHA puede
ser ideal. Si prefieres evitar seguros hipotecarios costosos y tener más libertad de inversión, un
préstamo convencional podría ser la mejor alternativa. Antes de decidir, es recomendable
consultar con un asesor financiero o hipotecario para evaluar cuál se ajusta mejor a tus
necesidades.